Cuánta agua debe tomar un niño al día
Al estar compuesto, en su mayoría, por agua (aproximadamente 15% más que un adulto), el organismo de los niños necesita una adecuada hidratación durante el día. Por esta razón, cuando termina la lactancia materna exclusiva, alrededor de los seis meses de edad, es indispensable que se inicie la inclusión del agua en la dieta del niño, en una cantidad que deberá incrementarse con el paso del tiempo.
El agua ayuda al organismo a eliminar toxinas y activa el metabolismo para que funcione correctamente, por lo que es importante que inculques en tu hijo este hábito dirigido al cuidado de su salud. En este artículo encontrarás consejos para fomentar su consumo, a través de la iniciativa de Nestlé por Niños Saludables, que promueve cinco hábitos de alimentación y vida saludable en los niños.
Según el ICBF, cuando se inicia la etapa escolar y se incrementa el gasto calórico por la actividad física, los pediatras y nutricionistas recomiendan que los niños tomen agua cinco veces al día, después de cada comida principal: desayuno, almuerzo, cena, medias nueves y onces (El agua, un aliado para el desarrollo de la niñez, 2020).
Cuánta agua debe tomar un niño al día
Ten en cuenta que, a menudo, los niños olvidan beber agua y no siempre reconocen cuando tienen sed, por lo que debes estar atento y asegurarte de mantener hidratado a tu pequeño.
Según la doctora Natalia Cano Sokoloff, pediatra infantil de la Universidad de Georgetown, “No existe una cantidad específica y constante de agua que se pueda establecer. Esta recomendación depende de factores como el clima, el peso del niño, el nivel de actividad física y su estado de salud” (Cano, 2020).
Por esta razón, aunque no haya una porción estándar sobre cuántos litros de agua debe tomar un niño al día, la sugerencia sí es que esta sea su principal fuente de hidratación y que el mínimo de tomas sean las cinco recomendadas por el ICBF.
Para saber si tu hijo se encuentra hidratado lo más importante es que revises que su orina no esté muy concentrada (más transparente que amarilla) y que esté yendo al baño sin esfuerzo.
Generalmente, cuando hay un cambio brusco de clima, el niño incrementa su actividad física o está enfermo con síntomas como fiebre o diarrea, la cantidad de agua que le ofreces debe ser mayor y más frecuente. En estos casos debes consultar con el pediatra.
Asimismo, es importante que reconozcas cuáles son los síntomas de la deshidratación infantil señalados por la Academia Estadounidense de Pediatría (Healthychildren.org - La deshidratación en los bebés y en los niños, 2019):
- - Juega menos de lo usual
- - Orina con menos frecuencia
- - Tiene la boca reseca
- - Presenta menos lágrimas al llorar
- - Se le ve la fontanela hundida
- - Las heces son blandas si la deshidratación es causada por la diarrea o tendrá menos eliminación fecal
Juega con el agua para inculcar este hábito en tu hijo: ¿Quién está en el agua?
Teniendo en cuenta la importancia de tomar agua, estos son algunos tips para mantener a tu pequeño hidratado:
- 1. Asegúrate de tener agua siempre disponible, en casa y fuera de ella.
- 2. La bebida principal para acompañar las comidas debe ser agua.
- 3. Refuerza el hábito de tomar agua, ofreciéndosela a tu hijo frecuentemente, en pequeños sorbos, desde temprana edad.
- 4. Cuando empieces a incluir agua en su alimentación, dásela en un vaso que él mismo elija, que no sea de vidrio y al que tenga fácil acceso.
- 5. En climas con altas temperaturas recuerda que la necesidad de hidratación es mayor, por lo que se recomienda que tengas un termo con agua fría, siempre a la mano.
- 6. Tu hijo también puede tomar agua en forma de hielo en cubos o picado.
- 7. Enséñale a tu pequeño a escuchar su cuerpo y a darle el agua necesaria para sentirse y funcionar correctamente.
- 8. Recuerda que, como cualquier hábito, el de tomar agua también se aprende y la mejor manera de hacerlo es a través del ejemplo que le das a tu hijo cuando te ve prefiriéndola sobre cualquier otra bebida.
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